La Asociación de Trabajadores Teatristas de la Región Atlántica -ATTRA-, dio a conocer un comunicado.
La renuncia de Marcelo Marán a la dirección del Centro Provincial de las Artes Teatro Auditorium, causó inquietud y preocupación en sectores de la sociedad ligados a la cultura marplatense.
La Asociación de Trabajadores Teatristas de la Región Atlántica -ATTRA-, dio a conocer un comunicado en el que manifestaron su “profundo pesar” por la decisión tomada por Marán, a quien califican como “Un trabajador de la cultura, conocedor de la realidad social y del impacto que los hechos culturales producen en el proceso de inclusión; un gestor de productos culturales de calidad y de accesibilidad a toda la comunidad que ha debido luchar con el desfinanciamiento producido por las autoridades del Ministerio de Cultura de la Provincia, y que aun frente a este contexto supo defender y garantizar las fuentes laborales y la continuidad de la programación de las salas teatrales que administrara”, considerando su renuncia, como “una muestra más del vaciamiento que este Gobierno está produciendo en cuanto a políticas públicas”.
También los trabajadores agremiados a ATE del Teatro Auditorium, el cuerpo de delegados y la Secretaría de Cultura de la Seccional local, manifestaron a través de un comunicado “la preocupación que nos genera la renuncia de nuestro director Marcelo Marán”, a la que calificaron como “un engranaje más del plan de achicamiento del Estado, que en un plazo no muy lejano implicará flexibilización laboral, reducción de planteles de trabajadores, cambio en la modalidad de contratos y despidos, y que ya comenzó con cercenar nuestro derecho a paro con los descuentos que se nos han aplicado en reiteradas oportunidades en este año”.
El gremio se declaró en estado de asamblea permanente, a la espera de la designación del nuevo director.
Por su parte, el bloque de concejales del Frente para la Victoria del HCD además de manifestar su preocupación por la renuncia de Marán, indicó que “vemos con inquietud la salida de un funcionario que bregaba por la consolidación de una cultura inclusiva y comprometida con el tejido social”…y que “en este contexto, la falta de precisiones sobre los contratos de los trabajadores de la Cultura afectados al Organismo, así como sobre quién conducirá el Teatro Auditorium y sus anexos, visibilizan que el único interés es bajar el telón, clausurando los sueños de artistas y ciudadanos”.